¡BIENVENID@S A MI BLOG!

¡Hola! Me llamo Lucía Moreno. En primer lugar, quiero hablar un poco sobre cómo soy. Me encanta disfrutar de los pequeños momentos que me hacen feliz. Con el paso del tiempo y, supongo, con un poco de madurez, me he dado cuenta de lo importante que es aprovecharlos al máximo. Esto me llena mucho.

Nací en Madrid, pero un pedacito de mí está en Baeza, un pueblo de Jaén donde nacieron mis padres. Toda mi familia paterna vive allí, por lo que al menos una vez al mes voy a visitarlos. Cada fin de semana que bajamos, hacemos una comida familiar en mi casa y uno de los momentos que más disfruto es jugar con mis primitos pequeños. Quería destacar esto ya que creo que los tres pequeñajos de la familia son una de  las razones que más motivan mi vocación. 

Retomando lo que he explicado de mis primitos, os voy a contar también porque decidí meterme a esta carrera. Desde siempre he sido una persona a la que le han gustado los niños, y desde pequeña tuve muy claro cuál iba a ser mi profesión. Sin embargo, es cierto que al estar inmersos en la burbuja de la educación durante gran parte de nuestra vida, es común que muchos niños elijan esta profesión en un principio por desconocimiento de otras opciones. Algo que en mi caso quizás tiene algo de culpa pues ya no es solo que haya estado prácticamente toda mi vida estudiando sino que mis padres los dos son profesores, por lo que la única conversación en mis comidas y cenas era sobre alumnos, clases, evaluaciones y claustros.

Al ver lo mucho que disfrutaba con los niños, mis padres me animaron a ser monitora en el campamento de mi infancia, y fue allí donde me di cuenta de que realmente quería dedicarme a esto.

Inicialmente, mi primera opción era hacer el doble grado de Infantil y Primaria, porque lo que más me gustaba era interactuar con los más pequeñitos. Sin embargo, cuando comencé segundo de bachillerato, mis padres me hablaron de esta carrera, y pensé que además de abrirme más puertas y no limitarme a una única rama de la educación, podría aprender sobre un tema que me había interesado desde el campamento: la atención a niños con necesidades especiales. En el campamento traté con niños con TEA, TDAH y otras necesidades, y en muchas ocasiones me frustraba no poder calmarlos o ayudarlos por no saber cómo hacerlo, por no tener las herramientas adecuadas. Eso en cuanto a pedagogía, y la elección de primaria en lugar de infantil fue porque creo que tengo más oportunidades laborales que si hiciese infantil, algo que hay que tener muy en cuenta también.

Y aquí estoy, en el segundo cuatrimestre de la carrera de Primaria y Pedagogía y aunque creo que siempre me quedará una pequeña espinita de no haber elegido infantil, no me arrepiento (al menos de momento) de mi decisión.

Como he dicho, llevo toda mi vida inmersa en este mundo desde diferentes perspectivas, y me parece muy interesante enfocar este blog en torno a eso: mi pasión por mi familia y por la educación. ¿Os apetece acompañarme en este viaje por hogares y aulas?

¡Aquí os espero, hasta la próxima!